Solicitar identificación en los lugares de vacunación crea barreras para los indocumentados en Carolina del Norte
*Este artículo se publica en colaboración con Prism. Haga clic aquí para leer y/o compartir la versión en inglés.
Carolina del Norte es el hogar de aproximadamente 325,000 inmigrantes indocumentados. A pesar de que el estado está en camino a lograr que todos los adultos sean elegibles para la vacuna de COVID-19 para el 1 de mayo, los residentes indocumentados enfrentan barreras; como el miedo a que les pidan una identificación emitida por el gobierno.
Presentar una tarjeta de identificación emitida por el gobierno, como una licencia de conducir o identificación con foto, no es un requisito para ser vacunado en el estado de Carolina del Norte. Según el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte (NCDHHS, por sus siglas en inglés), la agencia ha “recomendado a los proveedores de vacunas no pedir identificación con foto, ya que esto presenta una barrera para muchas poblaciones dentro del estado, incluyendo a los adultos mayores, y particularmente para aquellas personas de grupos raciales y étnicos minoritarios, los inmigrantes, y las personas sin hogar”.
Pero algunas personas en Carolina del Norte reportan que las recomendaciones de NCDHHS no están siendo acatadas en los lugares de vacunación del estado.
Un residente de Durham dice que a su padre peruano le pidieron que mostrara una identificación para ser vacunado en el vecindario de Ballantyne en Charlotte; la ciudad más poblada en el estado, el hogar de casi un tercio de los inmigrantes indocumentados de Carolina del Norte. Afortunadamente, él pudo usar su pasaporte. De manera similar, el reverendo Daniel Robayo, quien sirve como misionero para los Ministerios Latinos/Hispanos de la Diócesis de Carolina del Norte, reportó que él recibió información de una organización de trabajadores agrícolas del Condado Harnett, al este de Carolina del Norte, de que estaban solicitando identificación en los lugares de vacunación. La coordinadora de relaciones comunitarias para la Oficina Administrativa del Condado de Harnett, Ashley Deans Bauer, dijo que el Departamento de Salud del Condado de Harnett no requiere que las personas muestren identificación emitida por el gobierno ni una tarjeta de seguro social para poder ser vacunado.
Cuando las directrices de los oficiales de salud del condado no son acatadas en los centros de servicio, esto puede ser perjudicial para las personas indocumentadas. COVID-19 ha impactado a los inmigrantes indocumentados de una manera particularmente severa a nivel nacional y en Carolina del Norte. Estos miembros de la comunidad son, en números abrumadores, trabajadores de primera línea que están desproporcionadamente representados en industrias conectadas a grandes brotes de COVID-19, incluyendo: agricultura, procesamiento de carnes y aves, y manufacturación.
Brechas en la información, falta de seguro de salud, barreras del lenguaje, e identificación han demostrado ser una “combinación letal”. Los inmigrantes indocumentados con mayor riesgo de contraer COVID-19 han tenido miedo de ir a hacerse la prueba o buscar cuidado médico según la pandemia se ha desarrollado, debido al miedo a la deportación. Solicitar identificaciones emitidas por el gobierno en los lugares de vacunación también puede disuadir a estos miembros de la comunidad de ir a ponerse la vacuna. Además de esto, sólo 16 estados y el Distrito de Columbia les permiten a los inmigrantes indocumentados obtener licencias de conducir, y Carolina del Norte no es uno de ellos.
“Es innecesario pedir identificación”, dijo Robayo. “Para la mayoría de las personas, no es algo que piensen que sea un gran problema. Es probable que esto haya sido motivado por las mejores intenciones, como por ejemplo, ‘Vamos a asegurarnos de que podamos contactar a las personas si hay un problema’. Pero la manera cómo establecemos estas cosas, crea barreras que en la práctica separan y bloquean un número significativo de personas—los que tienen mayor riesgo y quienes son más vulnerables”.
Prism se comunicó con los directores de salud de cada uno de los 100 condados del estado, y todos ellos confirmaron que las identificaciones emitidas por el gobierno y/o tarjetas de seguro social no son requeridas para ser vacunado. Pero una docena de condados describieron las limitaciones que podrían llevar a que se les pida a los inmigrantes indocumentados que provean identificación emitida por el gobierno. A continuación, está lo que dijeron esos condados:
El Departamento de Salud del Condado de Beaufort pide identificación emitida por el gobierno o un número de seguro social, pero no es un requisito, según dijo el director Jim Madson.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos del Condado de Buncombe reportó que es “útil” proveer identificación durante el chequeo y registración, pero no es un requisito, según dijo la directora Stacie Turpin Saunders.
La Alianza de Salud del Condado de Cabarrus aclaró que el papel de registro para la vacuna incluye un espacio para escribir un número de seguro social, pero no es un requisito para que le apliquen la vacuna, explicó la jefa de salud comunitaria Marcella Beam.
El Departamento de Salud del Condado de Cherokee pide un número de seguro social para fines de pago y para asegurarse de que no se hayan creado registros duplicados, pero no excluirán a ninguna persona de recibir la vacuna, según dice el director David Badger.
La Agencia de Salud y Servicios Humanos del Condado de Haywood puede pedir una identificación en su lugar de vacunación masivo para un “papeleo más rápido”, pero no es un requisito, según dijo el director interino de salud pública, Garron Bradish.
El Condado de Lincoln está utilizando un sistema de citas por Internet y se puede elegir “identificación válida o imprimir la confirmación de la cita” para la vacunación, dijo el director Davin Madden.
Los condados de Martin, Tyrrell, y Washington piden identificación para “fines de administración y facturación”, pero la vacuna igual se les administra a las personas que no tienen identificación o seguro de salud, explica el director Wes Gray.
El Departamento de Salud del Condado de Onslow les pide una copia de la identificación y la tarjeta de seguro a quienes van a recibir la vacuna de COVID-19, pero “a nadie se le niega la oportunidad de recibir la vacuna de COVID-19 sino tiene identificación, tarjeta de seguro, o número de seguro social”, explicó la directora Kristen Richmond-Hoover.
El Departamento de Salud del Condado de Robeson le cobra al seguro por la administración de la vacuna, así que el condado pide una tarjeta de seguro y prueba de identidad que concuerde con la tarjeta de seguro. Sin embargo, si una persona no tiene seguro, “no se requiere identificación”, de acuerdo con el director William Smith.
Los hospitales del Condado de Vance, las oficinas médicas, y los centros federales de salud calificados pueden pedir identificación y seguro para colectar la tarifa de vacunación, pero esto sólo aplica a las personas que tienen seguro o Medicaid, según dijo la directora Lisa Macon Harrison.
El NCDHHS aclaró que a pesar de que algunos proveedores pueden pedir una forma de confirmación de su identidad, ellos no deben retener las vacunas si los residentes no pueden presentar una identificación. Si esto sucede, o los miembros de la comunidad quieren reportar los sitios que están solicitando identificación, se les urge que llamen tanto al departamento de salud del condado como al NCDHHS.
“La vacuna de COVID-19 estará disponible para todas las personas de manera gratuita sin importar si tienen seguro de salud o no, y sin importar su estatus migratorio”, dijo un vocero para NCDHHS en una declaración. “La información se mantiene confidencial y no será compartida [con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] para el cumplimiento de las leyes de inmigración”.
El Departamento de Seguridad Nacional emitió un comunicado explicando que las agencias de inmigración federal no van a realizar operaciones de cumplimiento de las leyes de inmigración en los lugares o clínicas de distribución de vacunas, ni en las áreas cercanas a los mismos. El NCDHHS destacó que recibir la vacuna no tiene un impacto negativo en la capacidad de una persona para eventualmente ajustar su estatus migratorio.
Las comunidades negras y latinx han estado contrayendo y muriendo de COVID-19 a tasas más altas que las personas blancas, pero las personas blancas están recibiendo la mayor cantidad de vacunas, tanto así que a veces incluso han llegado a reclamar vacunas en sitios destinados a comunidades de color de bajos ingresos. Cuando se trata de las tasas de vacunación en Carolina del Norte, lxs latinxs están muy rezagados con respecto a otros grupos raciales y étnicos. Sólo el 2.7% de las personas que han sido vacunadas en el estado son latinxs, conforme a los números más recientes del NCDHHS.
Ilana Dubester, la fundadora y directora ejecutiva de El Vínculo Hispano, dijo que ella entiende que el pedir identificación es un problema complicado porque puede ser una manera de asegurar que las vacunas les lleguen a personas en ciertas comunidades. Eso no quiere decir que eso no está bien, pero lo que sí quiere decir es que NO está bien rechazar a alguien que no puede proveer identificación, dijo ella. El Vínculo Hispano es una de las primeras organizaciones latinx sin fines de lucro en la región rural central de Piedmont abarcando condados que fueron afectados desproporcionadamente por COVID-19 según los brotes devastaron las plantas avícolas de la región. Dubester, una inmigrante brasileña, fue vacunada recientemente a través del Sistema de Salud de UNC y le pidieron identificación.
“Pregunté qué sucedería si no tuviera identificación, y me dijeron que no habría sido un problema”, dijo Dubester. “Pero eso me dice que ellos probablemente no están vacunando suficiente latinos. Lo que me preocupa es que no se supone que haya un requisito de identificación en lo absoluto, y mientras algunos lugares [de vacunación] dicen que una identificación de trabajo se puede usar, una persona trabajando bajo un nombre diferente no va a poder proporcionar eso”.
Algunos condados parecen estar tratando de cumplir con las necesidades de las comunidades de inmigrantes vulnerables. En AppHealthCare, quienes supervisan los condados de Alleghany, Ashe, y Watauga, dijeron que están trabajando “muy duro” para reducir las barreras. Esto incluye el ofrecer vacunas en diferentes horarios y haciendo gestiones de alcance comunitario a través del programa de salud de trabajadores agrícolas, según explica la directora Jennifer Greene.
El director del Departamento de Salud del Condado de Franklin, Scott LaVigne, dijo que su condado les pide a las personas que se van a vacunar que proporcionen algo legible que muestre su nombre y apellido, su dirección y fecha de nacimiento. Mientras muchas personas optan por usar sus licencia de conducir, el Condado de Franklin acepta cualquier cosa que sea legible y que muestre esta información; incluyendo información escrita a mano en un pedazo de papel.
A pesar de las complicaciones, la información conflictiva, y los obstáculos, Dubester dijo que ella quiere que los inmigrantes indocumentados sepan que todo el mundo tiene el derecho a una vacuna de manera gratuita, sin importar su estatus migratorio.
“Si usted tiene cualquier tipo de identificación—una matrícula, pasaporte, cualquier cosa; considere llevarlo con usted si está preocupado o quiere hacer las cosas más fáciles. Pero por favor no se preocupe”, dijo Dubester. “Usted no puede ser rechazado por no tener documentos. Si eso sucede, llámenos o a cualquier otra organización latina y pida ayuda. Le ayudaremos a obtener la vacuna y vamos a reportar lo que sucedió a nombre suyo”.
[Respuestas de los 100 condados en Carolina del Norte.]
Traducido por Dania Santana of tilde Language Justice Cooperative
Tina Vásquez (she/her) is the daughter of a Mexican immigrant who grew up in the Los Angeles area with a mixed-status family. Before joining the staff of Prism as the gender justice reporter, she was a senior reporter covering immigration at Rewire.News, the leading online publication devoted to evidence-based reporting on reproductive and sexual health, rights, and justice. She was Rewire.News’ first immigration reporter, and one of the only journalists in the nation covering immigration from a reproductive justice lens. Tina’s work has appeared in the New York Review of Books, NPR, The Nation, Playboy, and a variety of other publications. She was recently a mentor in the Freedomways Fellowship Program as part of Press On, a Southern journalism collective that strengthens and expands the practice of journalism in service of liberation. She is based in North Carolina.
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