"Estoy desanimado" al ver a las personas de color afectadas por COVID-19: preguntas y respuestas con el Dr. David Whol | Escrito por Tina Vásquez | Traducido por Carolina Martin
*Este artículo se publica en colaboración con Prism. Haga clic aquí para leer y/o compartir la versión en inglés.
En todo Estados Unidos, los trabajadores de las plantas procesadoras de carne y de aves de corral se están infectando con COVID-19 en el trabajo. Algunos de ellos están muriendo. Se trata principalmente de trabajadores inmigrantes, muchos de los cuales son indocumentados. El pago que reciben por mantener a los estadounidenses alimentados es mínimo, lo que obliga a sus familias a permanecer constantemente por debajo de la línea de pobreza. Las empresas que emplean a estos trabajadores eluden las leyes laborales para evitar otorgarles seguro médico y otros beneficios, a pesar de que cumplen jornadas de trabajo a tiempo completo que a menudo se convierten en horas extras.
El presidente Donald Trump ha ordenado que las plantas de procesamiento permanezcan abiertas durante la pandemia COVID-19. Las empresas propietarias de estas instalaciones parecen no sufrir ninguna consecuencia, por su falta de transparencia en relación con los brotes y por su incapacidad para proteger a los trabajadores, que son tratados como "esenciales y prescindibles", como informó Prism en nuestra serie de tres partes sobre los brotes de COVID-19 en las plantas rurales de procesamiento avícola en la zona central de Carolina del Norte, propiedad de Mountaire Farms, Tyson y Pilgrim's Pride. Esta falta de cuidado y preocupación se hace evidente en los hospitales más cercanos, en donde el Dr. David Wohl, profesor de medicina en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill y especialista en enfermedades infecciosas, ha visto que un "gran" porcentaje de los miembros de la comunidad latina vinculados a las plantas de procesamiento, dan positivo en las pruebas de COVID-19.
En el transcurso de la última semana, Wohl conversó dos veces con Prism, discutiendo las similitudes entre la epidemia de VIH y la pandemia COVID-19, los temas relacionados con la realización de pruebas en Carolina del Norte, y la división partidaria sobre la respuesta al coronavirus. Nuestras conversaciones se han combinado, condensado y editado.
Tina Vásquez: su área de especialización es en enfermedades infecciosas y ha estado llevando a cabo investigaciones relacionadas con el VIH durante más de 20 años. ¿Existe alguna lección que podamos extraer de la respuesta a la epidemia de VIH y aplicarla a la pandemia de COVID-19?
David Wohl: existen similitudes. Así como queremos que las personas con VIH conozcan su condición, así también queremos que las personas con COVID conozcan la suya. Lo más importante, que hemos tratado de impulsar durante décadas, es asegurarnos de que la gente se haga la prueba y conozca su condición. Con COVID, una pequeña fracción de las personas infectadas saben que están infectadas. En este momento en Carolina del Norte, si usted ha estado siguiendo las recomendaciones establecidas y es una persona saludable de 35 años con tos y fiebre, no reúne los requisitos para hacerse la prueba. Es muy extraño. Deberíamos hacerle la prueba a esa persona y esa información debería estar a nuestro alcance. Tenemos que hacerles la prueba a más personas. Los especialistas en VIH se han convertido en especialistas en COVID y, de manera uniforme, hemos estado diciendo que se necesitan hacer más pruebas.
El ritmo de transmisión es, por supuesto, muy diferente al del VIH, pero existe una razón por la cual las enfermedades infecciosas transmisibles se asientan donde lo hacen. Hay un motivo por el cual, en Carolina del Norte, los primeros casos que se vieron estaban relacionados con los viajes y ahora estamos viendo brotes en lugares rurales como el condado de Lee y el condado de Chatham, donde se encuentran las plantas y las granjas avícolas. Por algo el Ébola se encuentra en lugares con una infraestructura de salud deficiente. Cuando las personas se encuentran en situaciones en las que no pueden protegerse a sí mismas, es ahí donde el virus encuentra su nicho. Aquellos que no pueden protegerse se infectan y aquellos que tienen el privilegio de protegerse obtienen mejores resultados.
Vásquez: los afroestadounidenses han muerto desproporcionadamente por COVID-19. En la ciudad de Nueva York, fueron las personas negras y latinas de bajos ingresos las que se vieron más afectadas. En el noroeste de Oregón, los latinos tienen 20 veces más probabilidades de tener el virus en comparación con otros pacientes. En la zona central de Carolina del Norte, vemos que las comunidades de latinos, de forma abrumadora, dan positivo en las pruebas de COVID. Cuénteme sobre estas desigualdades. ¿Por qué las comunidades de color están en el epicentro de la pandemia?
Wohl: es bastante complicado. Existen múltiples niveles en cuanto a lo que estamos viendo con las desigualdades relacionadas con la raza y la etnia, como ocurre con todo en el ámbito de la medicina. Honestamente, me sorprendería más si estas comunidades no fueran las más afectadas, dada la historia de la medicina en nuestro país. Me desanimo al ver que los casos más severos de COVID se encuentran en las comunidades de color. Puede ser la falta de acceso a la atención médica primaria, los prejuicios durante la atención médica que pueden ser explícitos o implícitos, o las comorbilidades porque, como sabemos, ser negro en este país hace que las personas sufran comorbilidades relacionadas con la pobreza, el estrés, la falta de recursos y muchas otras que conspiran para mantener a las personas menos saludables. Si son menos saludables debido a estos factores, entonces COVID se aprovecha de eso.
Algo que me decepcionó mucho fue cuando, debido a estas desigualdades en cuanto a quién se enferma de COVID, los [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades] publicaron una guía para evaluar a las personas asintomáticas de color porque, de manera desproporcionada, se ven afectadas por el virus, y luego la guía se cambió por completo. El hecho de que [la mención de la raza y el origen étnico] haya sido eliminada es una vergüenza. Podría haber sido un punto de ventaja muy útil, para poder ampliar las pruebas que deberíamos estar haciendo, en los lugares en los que tendría el mayor beneficio.
Vásquez: las plantas de procesamiento avícola en la zona central de Carolina del Norte han dejado de divulgar información sobre sus brotes, pese a que algunas nunca lo hicieron inicialmente. Basándonos en la información de los departamentos de salud de los condados, sabemos que los casos de COVID-19 en las zonas rurales están en aumento. ¿Podría decir algo sobre los brotes que están surgiendo en las plantas de procesamiento avícola en la zona central de Carolina del Norte?
Wohl: al observar las características de las personas que fueron diagnosticadas con COVID en nuestra área, al principio, vimos que en realidad se trataba de personas que venían de fuera del estado, personas que habían viajado y venían de regreso. La situación ha cambiado. Hemos visto esto con otras epidemias y brotes. Los virus no tienen un cerebro ni una mente propia, pero encuentran nichos. Dado que hemos tenido semanas de encierro, distanciamiento social y cuarentena, si eres un virus, ¿dónde puedes propagarte? Puedes propagarte en áreas donde hay personas cerca de otras personas. Por lo tanto, las prisiones, cárceles, hogares de ancianos, fábricas, granjas donde la gente trabaja codo con codo, son los lugares donde estamos viendo la transmisión. En las plantas de procesamiento, los trabajadores avícolas se encuentran en una situación en la que la transmisión puede ser mucho más eficiente. Cuando observo la proporción de personas que llegan [y dan positivo], y la proporción de personas hospitalizadas con COVID-19, la proporción de personas que son latinos es enorme. Es realmente bastante sorprendente comparado con lo que ocurría antes.
Vásquez: en el informe sobre los brotes en las plantas de procesamiento avícola en Carolina del Norte, me enteré de que, si una empresa como Mountaire Farms no quiere revelar el número de personas que dieron positivo en sus instalaciones, entonces a su vez, el departamento de salud pública local no puede citar números específicos que surjan de la instalación, porque es información de salud que está protegida. Pero durante una crisis de salud pública sin precedentes, resulta extraño que no se presione a las empresas para que sean transparentes sobre la magnitud de los brotes en sus instalaciones. ¿Le inquieta esta falta de transparencia, especialmente porque los trabajadores dicen que no pueden tomar decisiones informadas sobre si ir a trabajar es seguro o no?
Wohl: creo que el aparato de salud pública del estado es el verdadero responsable de la vigilancia y la comunicación. A mi parecer, están haciendo un gran esfuerzo por acumular datos que nos digan lo que necesitamos saber. Cuando uno empieza a llegar al nivel granular de una empresa, una operación o un empleador en particular, se vuelve más complicado debido a los asuntos relacionados con la privacidad. Así que no tengo una respuesta inmediata. Creo que, al conectar los puntos, se puede saber que si se ven más casos en las áreas donde están ubicadas estas plantas, entonces se sabe que hay un problema.
Pero su comentario sobre la necesidad de informar a las personas para que puedan tomar decisiones informadas es importante. Por supuesto que todos tenemos la obligación de ayudarnos y cuidarnos unos a otros y, desde luego, si hablamos de un empleador, este debe tener precaución y asegurarse de hacer todo lo posible para mantener a sus empleados protegidos. Si [ su empresa] se considera esencial y las personas tienen que trabajar, debe utilizar enfoques basados en la evidencia para proteger a las personas. Es una obligación, y no creo que nadie pueda defender la abdicación de su responsabilidad de proteger a los trabajadores o a los compañeros de trabajo o a los miembros de la familia.
Vásquez: ¿Puede explicarme cómo se está llevando a cabo la realización de las pruebas en su área? En el informe, conté la historia de un trabajador de una planta avícola sin seguro que fue al Hospital Chatham y recibió una factura de 500 dólares después de hacerse la prueba. Basándome en las entrevistas que llevé a cabo con los trabajadores, parece haber mucha confusión sobre dónde hacerse la prueba, si todos pueden hacerse la prueba, si hay que tener seguro para hacerse la prueba y si la prueba es gratuita. ¿Qué puede decirnos sobre cómo esto se está llevando a cabo en el lugar donde usted se encuentra?
Wohl: hay diferencias en el acceso a la realización de las pruebas, dependiendo de donde se encuentre y la cantidad de dinero del que disponga, y lo habitual relacionado con la forma en la que funciona la atención médica en los Estados Unidos de América. Para la realización de las pruebas no es diferente, pero sí vemos que hay algunas diferencias en el acceso a la realización de las pruebas. Afortunadamente, el número de pruebas que se están realizando en Carolina del Norte está aumentando. Eso es excelente. Poder hacer la prueba a muchas personas, y yo diría que para la mayoría de las personas probablemente es gratis. Cuando vemos casos de alguien que recibe un cobro o que ve estas facturas muy grandes, a menudo es alguien que viene a hacerse la prueba y está enfermo y lo envían a la sala de emergencias, y luego la sala de emergencias le cobra por los servicios que recibió. Eso es bastante estándar. No creo que nadie vaya a venir a un centro de salud, hacerse una prueba y recibir una factura de 500 dólares. Recibirán una factura de 500 dólares por ir a la sala de emergencias y hacerse una radiografía de tórax y ese tipo de cosas. Es importante dejar esto en claro y difundir la información correcta. No queremos que las personas piensen que, si vienen y se hacen la prueba, recibirán una factura de 500 dólares.
Aquí en la zona central de Carolina del Norte, los servicios están disponibles en centros de salud calificados por el gobierno federal, como Piedmont Health. La Universidad de Carolina del Norte (UNC, por sus siglas en inglés), ciertamente ha asumido gran parte la función de realizar pruebas, y los departamentos de salud están haciendo pruebas. Pero necesitamos realizar más pruebas, una gran cantidad de ellas. Por esto muchas personas están colaborando para ampliar la cantidad de pruebas que se realizan y no sólo eso, sino que tratan de ampliar el servicio de atención a las personas que podrían ser más sintomáticas. Ciertamente aún no hemos llegado a ese punto, pero se están formado algunas asociaciones muy buenas. Y creo que tenemos que trabajar con el estado, con nuestras entidades de atención médica, con nuestros centros de salud comunitarios y calificados a nivel federal, y con las industrias para tratar de aumentar las evaluaciones.
Vásquez: a medida que la cantidad de pruebas que se realizan se amplíe, [el número de casos de COVID confirmados] desde luego que aumentará, y este aumento en los números podría alarmar a las personas. ¿Cree que las personas deberían prepararse para ver una explosión de casos en Carolina del Norte?
Wohl: realizar las pruebas de esa manera es muy difícil. El gobierno federal ciertamente es sensible a esto, y también lo es el presidente, que dijo algo así como; "Si hacemos más pruebas, esto nos va a hacer quedar mal". Ahora bien, eso, por supuesto, no es lo que deberíamos estar pensando. El conocimiento es poder, y creo que queremos saber cuántas personas están infectadas. Entonces sí, nos hará quedar mal si quedar mal significa tener más casos. Creo que estamos haciendo lo correcto al hacer la prueba a más personas, identificarlas, aconsejarlas, hacer que se queden en casa, lograr que no infecten a otras personas, y ser capaces de conectarlas con la atención médica necesaria; para evitar que vayan a la sala de emergencias y reciban una factura de 500 dólares. Y mejor aún, evitar que caigan más enfermos y terminen en el hospital.
Vásquez: dado que las cifras están aumentando, ¿tiene alguna preocupación ahora que Carolina del Norte se está abriendo?
Wohl: mi preocupación es que vamos a dejar de mantener la distancia social. Al virus no le importa si usted está al lado de alguien que despluma un pollo o si está al lado de alguien en un café Starbucks. Un virus sólo sabe que usted es susceptible, y salta de alguien que es positivo a alguien que es negativo. Así que no importa el color de su piel, no importa cómo se vean las paredes a su alrededor. Lo que importa es que está al lado de alguien. Esta es la forma básica de las enfermedades infecciosas: si tenemos a alguien susceptible al lado de alguien que está infectado, entonces va a haber un problema.
Vásquez: cambiando de tema: no anticipaba que una pandemia se volvería partidista y que los esfuerzos para contener el virus serían tan polarizados. En Carolina del Norte, tenemos hombres blancos armados protestando en la capital del estado y la gente se niega a usar mascarillas y a obedecer las órdenes de quedarse en casa porque dicen que es "tiranía". ¿Esto se refleja en el trabajo que usted hace? ¿Existen formas en las que esta ignorancia deliberada dificulte el trabajo de los profesionales de la salud durante la pandemia?
Wohl: la forma en que las noticias se difunden en las redes sociales o la naturaleza misma de las redes sociales otorga una voz desproporcionada a la opinión de una minoría. Es una verdadera maldición de las plataformas que usamos para saber de los demás y mantenernos al tanto con lo que está pasando. Lo que puedo decir es que el número de personas hospitalizadas con COVID un día cualquiera en Carolina del Norte, supera con creces el número de personas que se amontonan en la Cámara de Representantes, quejándose y ondeando banderas. En este caso, el argumento de la "libertad personal" no tiene mucho sentido. Quiéranlo o no, pueden salir e infectarse con COVID e infectar a otras personas. El ejercer lo que ellos llaman "libertad personal", tiene muy serias implicaciones para todos nosotros. Entonces, si es su derecho salir de su casa y arrojar gotitas infectadas a otra persona y hacer que esta se enferme, ¿acaso esa persona no tiene el derecho a no ser infectada por usted? La salud pública es más importante que alguien que sólo quiere ir a un partido de baloncesto.
Tina Vásquez (she/her) is the daughter of a Mexican immigrant who grew up in the Los Angeles area with a mixed-status family. Before joining the staff of Prism as the gender justice reporter, she was a senior reporter covering immigration at Rewire.News, the leading online publication devoted to evidence-based reporting on reproductive and sexual health, rights, and justice. She was Rewire.News’ first immigration reporter, and one of the only journalists in the nation covering immigration from a reproductive justice lens. Tina’s work has appeared in the New York Review of Books, NPR, The Nation, Playboy, and a variety of other publications. She was recently a mentor in the Freedomways Fellowship Program as part of Press On, a Southern journalism collective that strengthens and expands the practice of journalism in service of liberation. She is based in North Carolina.
Twitter @TheTinaVasquez